Los investigadores buscaron similitudes genéticas en 2.500 personas con enfermedades inflamatorias no diagnosticadas.
- Se trata de un síndrome autoinflamatorio grave, causado por mutaciones en un gen que sólo se han detectado en hombres
- Lo han descubierto los Institutos Nacionales de Salud de EE.UU. estudiando las secuencias genéticas de miles de individuos con enfermedades inflamatorias no diagnosticadas.
Investigadores de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos han descubierto un nuevo trastorno inflamatorio causado por mutaciones en un gen, el denominado UBA1, que sólo afecta a hombres y que es mortal en el 40% de los casos estudiados, según el estudio que acaban de publicar en el ‘New England Journal of Medicine’.
Los científicos estudiaron las secuencias del genoma de más de 2.500 individuos con enfermedades inflamatorias no diagnosticadas, prestando especial atención a un conjunto de más de 800 genes relacionados con el proceso de «ubiquitilación», que ayuda a regular tanto las diversas funciones de las proteínas dentro de una célula como el sistema inmunológico en general.
Al hacerlo, encontraron un gen que está muy relacionado con este nuevo síndrome, llamado «Síndrome autoinflamatorio y somático ligado al cromosoma X, vacuolas y enzima E1» (VEXAS, por sus siglas en inglés), una enfermedad que puede poner en peligro la vida. Hasta ahora, el 40% de los pacientes de VEXAS que estudió el equipo han muerto, lo que revela las devastadoras consecuencias de la grave afección.
Se trata de un síndrome autoinflamatorio, entre cuyos síntomas están los siguientes:
- coágulos de sangre en las venas
- fiebres recurrentes
- anomalías pulmonares
- vacuolas (estructuras inusuales parecidas a cavidades) en las células mieloides.
Casi 125 millones de personas en Estados Unidos padecen algún tipo de enfermedad inflamatoria crónica. Muchas de estas enfermedades tienen síntomas que se solapan, lo que a menudo dificulta que los investigadores diagnostiquen la enfermedad inflamatoria específica en un paciente determinado. Por eso, los investigadores decidieron cambiar el enfoque. «Tuvimos la idea de hacerlo de la manera opuesta. En lugar de comenzar con los síntomas, comenzar con una lista de genes. Luego, estudiar los genomas de individuos no diagnosticados y ver a dónde nos lleva».
Mirar a los genes, no a los síntomas
De las secuencias del genoma de 2.560 pacientes con afecciones inflamatorias no diagnosticadas, más de 1.000 pacientes tenían fiebres recurrentes no diagnosticadas e inflamación en todo el cuerpo. «Nuestro objetivo era ver si alguno de los 2.560 pacientes compartía variaciones en el mismo gen», señala Daniel Kastner, director científico del Programa de Investigación Intramural en NHGRI y autor principal del artículo. «En lugar de mirar las similitudes clínicas, nos centramos en las similitudes genómicas compartidas que podrían ayudarnos a descubrir una enfermedad completamente nueva».
Y así, de los 800 genes que estudiaron en detalle, destacó uno. Tres hombres de mediana edad tenían variantes genómicas raras y potencialmente dañinas en el gen UBA1, que reside en el cromosoma X. Los hombres solo tienen un cromosoma X (y un cromosoma Y), a diferencia de las mujeres, que tienen dos cromosomas X. Según este estudio, parece que el segundo coromosoma X las protegería de esta afección.
Descubrieron después otros 22 hombres adultos con esas mutaciones del gen UBA1. La mayoría presentaban esos síntomas: coágulos de sangre en las venas, fiebres recurrentes, anomalías pulmonares y vacuolas (estructuras inusuales similares a cavidades) en las células mieloides.
De los 25 individuos combinados, los investigadores pudieron encontrar un vínculo entre los diversos diagnósticos clínicos reumatológicos y relacionados con la sangre. Y los agrupó en una nueva enfermedad: VEXAS. «Mediante el uso de este enfoque genómico, hemos logrado encontrar un hilo que une a los pacientes que llevan todos estos diagnósticos dispares, aparentemente no relacionados», señala el doctor Kastner.
Los investigadores esperan que esta nueva estrategia ayude a los profesionales de la salud a mejorar las evaluaciones de la enfermedad y proporcione tratamientos apropiados para miles de pacientes que tienen diversas afecciones relacionadas con la inflamación. El estudio también puede allanar el camino para una clasificación nueva y más apropiada de enfermedades inflamatorias.