- Las hormonas del hambre se activan en situaciones de agobio y tensión, provocadas por el estrés
- Hacer un plan semanal de las comidas es un buen consejo para controlar estas situaciones
- Los alimentos recomendados en estos casos son los que contienen vitamina C, omega-3, magnesio y calcio.
Hay días en los que tenemos muchísimas cosas que hacer y el tiempo se nos echa encima. Estas situaciones generan tensión y un estado de nerviosismo considerable y nos hacen estar preocupados e inquietos. Todo este agobio puede ser estrés y para combatirlo, uno de los instintos y hormonas que se despierta es el hambre. Eso hace que se complique poder seguir una dieta equilibrada.
No dejes que el deseo se sobreponga a la razón
El principal problema alimenticio en este contexto es que se ingieren, básicamente, productos con mucha grasa y azúcar. Estos alimentos son suculentos y tentadores, pero lo mejor es evitar comprarlos o, en caso de hacerlo, adquirir una cantidad razonable. Para evitar ir directamente a por este producto, aléjalo de las estanterías más vistosas o de los cajones que más abres. En su lugar, pon alimentos ricos en proteína y fibra.
Tomar un yogur con una pieza de fruta puede paliar esta sensación de hambre emocional y es más saludable.
Elabora un plan de comidas
A veces, hay que ser algo más estrictos con nosotros mismos por el bien de nuestra salud, tanto mental como física. Por eso, una buena idea es confeccionar una lista semanal con las comidas que se ingerirán cada día.
Para prepararlo, se puede partir de un dietario en el que la persona que sufre estrés anota los momentos en los que más percibe esa necesidad de comer. También se puede dejar escrito los alimentos que ha comido en situaciones de estrés para evitarlos en futuras ocasiones.
Además, un planning de las comidas a hacer durante el día ayuda a evitar que toda la alimentación la concentremos en la cena, por ejemplo, algo totalmente desaconsejable. En este sentido, hay algunas bebidas azucaradas que aceleran el sistema nervioso y que incrementan las posibilidades de tener estrés. Por ello, es mejor evitarlas.
Planea alternativas a la comida
Cuando se produzcan estas situaciones de estrés, hay margen para plantear otras opciones antes que comer. Por ejemplo, hablar con la familia o amigos, distraerse escuchando música, hacer meditación y relajación, salir a caminar, etcétera.
Si sales a andar, evita pasar por delante de restaurantes, pastelerías o supermercados. Es mejor dar un paseo rodeado de la naturaleza.
Alimentos recomendados en una situación de estrés
Entre los nutrientes que más se recomiendan en una situación de este tipo están los que contienen vitamina C, omega-3, calcio y magnesio. Productos como los arándanos, tubérculos (yuca, boniato o calabaza), naranjas, mandarinas, kiwi, plátanos, pistachos e incluso acelgas alivian el estrés, porque contienen serotonina.