“Los jóvenes que se encontraban en el lugar, que luego fue desmantelado por la Policía, hicieron todo con la finalidad de burlar, a las autoridades, que tratan de que los ciudadanos cumplan con las normativas del toque de queda”, dijo el director de la regional Norte de la Policía, Eduardo Alberto Then.
Then explicó que en la parte superior donde ocurrió el hecho, sí funcionaba una iglesia pero que a pesar de eso todo el local quedó clausurado; los detenidos fueron conducidos al destacamento policial más cercano, donde fueron dejados en libertad luego de pagar una multa de 2,000 pesos.
Según el fiscal titular de Santiago, Francisco Núñez, el dinero recaudado cada fin de semana por el pago de multas a las personas que son apresadas violando el toque de queda asciende a un promedio de 250 y 300 mil pesos aproximadamente, y expresó que la Policía Nacional debería ahorrarse ese dinero.
El lunes se hizo viral un video donde se refleja la “iglesia pentecostés, camino de santidad de Los Platanitos” era en realidad un bar de nombre “El Juidero”, donde diariamente había fiesta hasta el amanecer, violando el horario del toque de queda.
El audiovisual refleja cómo el local, cerrado con un portón metálico y un letrero que alegaba ser una supuesta iglesia, fue intervenido por la Policía Nacional, descubriendo en su interior decenas de personas con bebidas alcohólicas, hookah y otros elementos propios de un club nocturno de entretenimiento.
