Estados Unidos anunció este sábado que decidió prohibir el envío de remesas a Cuba a través de empresas controladas por las Fuerzas Armadas cubanas, una medida que entrará en vigor a finales de noviembre y que busca apretar el yugo a la isla a apenas diez días de las elecciones estadounidenses.
En la práctica, el anuncio restringirá notablemente el envío de dinero a la isla, a no ser que empresas como Western Union, que canalizan las remesas, lleguen a un acuerdo con el Gobierno cubano para sortear las sanciones.
“Las remesas a Cuba podrán seguir fluyendo, pero no pasarán por las manos de los militares cubanos, que usan esos fondos para oprimir al pueblo cubano y para financiar la interferencia cubana en Venezuela”, dijo el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, en un comunicado.
La medida, aprobada este viernes por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro, se publicará el próximo martes 27 en el Registro Federal estadounidense y entrará en vigor 30 días después -es decir, el 26 de noviembre- “para permitir su implementación técnica”, explicó Pompeo.
Las compañías extranjeras que quieren operar en Cuba deben contar con una contraparte estatal, y en el caso de Western Union, ese socio es desde 2016 la firma de servicios financieros Fincimex, vinculada al conglomerado militar GAESA.
El Departamento de Estado incluyó en junio a Fincimex, y en septiembre a su filial American International Services (AIS), en la “lista negra” de empresas con las que los estadounidenses tienen prohibido llevar a cabo transacciones, y la nueva normativa impide procesar remesas con cualquier entidad incluida en ese listado.
Pompeo denunció que “Cuba es el único país de las Américas donde los militares se llevan una parte de las remesas”, gracias a “un sistema que se hace con el dinero en efectivo a través de mecanismos operados por los militares como Fincimex y AIS”.
UN GOLPE DURO PARA UNA ISLA EN CRISIS
Esas dos compañías procesan alrededor de la mitad de las remesas enviadas a Cuba, de acuerdo con el diario The Miami Herald.
El Gobierno del presidente Donald Trump limitó en 2019 la cantidad de remesas que los cubanos y estadounidenses pueden enviar a sus familiares en la isla, hasta un máximo de 1.000 dólares por persona y trimestre.
La restricción promete golpear duramente a muchos cubanos en un momento en el que la isla atraviesa serios apuros económicos, reflejados en una escasez de alimentos y productos básicos que ha ido creciendo desde que la pandemia obligó al país a cerrar sus fronteras al turismo en abril.
Western Unión dijo al “Miami Herald” que está pidiendo explicaciones más “claras” sobre lo que supondrá la regulación, mientras que en Florida, algunas agencias ya empezaron desde septiembre a buscar alternativas, como el envío de remesas mediante Banco Metropolitano y Banco Popular de Ahorro, del Gobierno cubano.
El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, lamentó la medida en un tuit, al afirmar que “EE.UU. insiste en dañar a la familia cubana” con sus sanciones.
“Perversas intenciones del gobierno imperial que le desacredita y ridiculiza por su enfermizo odio contra una pequeña nación cuyo heroico pueblo no se rinde”, escribió el mandatario cubano.
Trump ha recrudecido su política hacia Cuba a medida que se acercan las elecciones del 3 de noviembre, en las que busca un segundo mandato y quiere retener el favor de los estadounidenses de origen cubano en el estado clave de Florida.