Lima .- El Jurado Nacional de Elecciones (JNE) de Perú comenzó este miércoles a rechazar de manera definitiva por falta de pruebas las denuncias de supuesto fraude electoral realizadas por Keiko Fujimori para anular miles de votos y evitar su tercera derrota consecutiva en unas elecciones presidenciales.
El pleno del JNE, el máximo órgano electoral de Perú, revisó en segunda y última instancia las primeras diez apelaciones presentadas por la candidata derechista después de que todas sus denuncias hayan sido declaradas infundadas en primer lugar por jurados inferiores por carecer de pruebas contundentes o por no haber sido presentadas a tiempo.
En total son unos 200.000 votos de más de 800 mesas de votación que Fujimori ha intentado anular en zonas andinas, rurales y pobres donde su rival, el izquierdista Pedro Castillo, tuvo un apoyo abrumador.
Alrededor de la mitad de las anulaciones solicitadas por el partido fujimorista Fuerza Popular son por presuntas firmas «falsificadas» de los miembros de mesa, bajo la sola premisa de que aparentemente las rúbricas presentes en el acta electoral no coincidían con las registradas del registro civil.
PRUEBAS INSUFICIENTES
Sin embargo, el pleno del JNE por una mayoría de 3-1 entre sus integrantes, confirmó los fallos de primera instancia en los diez primeros casos revisados por no contar con pruebas suficientes, ya que los informes grafológicos presentados no se han hecho con la presunta víctima de la usurpación de la identidad.
Asimismo, hasta ahora ningún miembro de mesa ha salido a denunciar a título particular que su firma en el acta electoral haya sido falsificada el día de la votación.
Sobre los casos de presuntas firmas falsas, los magistrados del principal ente electoral decidieron derivar los casos a la Fiscalía para que investigue por la vía penal si hubo algún delito.
Estas primeras decisiones, que son inapelables, pueden ser ya un precedente definitivo para las cientos de apelaciones de Fuerza Popular que el pleno del JNE tiene pendientes aún por evaluar en los próximos días.
Esta batería de recursos impide de momento que el JNE pueda publicar los resultados oficiales, que tienen como virtual presidente electo a Castillo.
UNA VOTACIÓN MUY AJUSTADA
Al 100 % del escrutinio, Castillo ganó a Fujimori por apenas 44.058 votos, en una estrecha votación donde obtuvo el 50,12 % de votos válidos.
Sin embargo, al día siguiente de las elecciones, cuando ya veía irreversible su derrota, Fujimori denunció sin pruebas fehacientes un supuesto «fraude sistemático» en las mesas de votación.
Esta denuncia ha sido ampliamente rechazada por las misiones de observación electoral que supervisaron los comicios, entre ellas la Organización de Estados Americanos (OEA), la Unión Interamericana de Organismos Electorales (Uniore), la Asociación Civil Transparencia y la Defensoría del Pueblo.
La ausencia de evidencias de fraude quedó refrendada además con un exhaustivo análisis de todas las actas electorales realizado por la encuestadora Ipsos, donde no hallaron irregularidades graves.
Incluso el Departamento de Estado de los Estados Unidos aseguró el martes que las elecciones peruanas han sido «un modelo de democracia en la región» al considerarlas «justas, abiertas y transparentes».