Alemania crecerá un 3,1 % este año, pronosticó este miércoles el consejo económico asesor del Ejecutivo federal, que rebajó seis décimas porcentuales su estimación de otoño y advirtió del riesgo de una tercera ola de la pandemia.
Al presentar en una rueda de prensa virtual su informe de primavera, el equipo conocido como «los cinco sabios» mantuvo sin embargo su previsión de que la primera economía europea alcanzará para finales de este año los niveles precrisis.
Para el economista Volker Wieland el «gran riesgo» es que se materialice una «tercera ola» que «podría frenar la recuperación» de la economía alemana.
No obstante, matizó, las repercusiones sólo serían «graves» a nivel macroeconómico si las consiguientes restricciones afectan al potente sector industrial del país, como sucedió en la pasada primavera. Las medidas actuales constriñen principalmente al comercio y los servicios.
De hecho, argumentó la economista Monika Schnitzer, la recuperación que está experimentando la economía alemana se asienta en gran medida en el repunte de la demanda internacional al sector industrial, que compensa la contracción del comercio y los servicios.
Explicó que los principales socios comerciales de Alemania, China y Estados Unidos, se han recuperado de la pandemia más rápidamente que los vecinos europeos y han animado la demanda de bienes industriales alemanes. Reino Unido, por el covid y el «brexit», no ha podido seguir esa senda.
La clave, a juicio de «los cinco sabios», es la forma en la que se confronta la pandemia, algo que en estos momentos se debe centrar en tres ámbitos: la campaña de vacunación, el uso de test rápidos y el rastreo de la propagación con tecnologías digitales.
La economista Veronika Grimm consideró que la vacunación es un «factor decisivo para la normalización económica» y recalcó que una campaña rápida «es la mejor oportunidad para la recuperación».
Según sus estimaciones, el objetivo del gobierno de inmunizar al 70 % de la población para finales de septiembre está aún al alcance, a pesar de la suspensión cautelar de la fórmula de AstraZeneca tras una treintena de casos de trombosis.
«SITUACIÓN TENSA»
El ministro de Economía, Peter Altmaier, coincidió a grandes rasgos con el diagnóstico del consejo asesor al recibir el informe y reconoció que «la situación actual sigue siendo tensa».
«Mientras la industria atraviesa la crisis de forma relativamente buena, los servicios y el comercio sufren por las restricciones del coronavirus. Un mayor ritmo de vacunación y el uso intensivo de test rápidos son en esta fase de la pandemia dos palancas decisivas para que la economía en su conjunto pueda emprender la cuesta arriba», resumió Altmaier.
El pronóstico del consejo asesor prevé además que el producto interior bruto (PIB) alemán avance un 4 % en 2022. Para la eurozona estiman un crecimiento del 4,1 y el 4,2 % para este año y el siguiente.
La inflación -según el modelo de cálculo armonizado europeo- repuntará un 2,2 y un 1,9 % en Alemania en este año y el próximo, respectivamente; mientras en la eurozona se incrementará de forma algo más moderada, con subidas del 1,6 en los dos años.
Wieland calificó de «sostenibles» los incrementos en Alemania y los relacionó con el fin de la reducción temporal del IVA, las subidas del petróleo y el mercado de CO2.
Advirtió, no obstante, de que repuntes más fuertes en algunos sectores, como el flete y los alimentos, podían tener consecuencias perjudiciales par la economía.
El mercado laboral, por su parte, ha soportado los embates de la crisis «gracias principalmente al Kurzarbeit», señaló el economista Achim Truger, en referencia al sistema de jornada reducida que garantiza el puesto de trabajo mientras el estado asume gran parte del salario.
La previsión apunta que la población empleada vuelva a aumentar de forma moderada en este ejercicio y el próximo tras el tropezón de 2020, y que la tasa de desempleo descienda hasta el 5,9 % este año y hasta el 5,3 % el que viene.
Con respecto a las finanzas públicas, Truger destacó que «el tiempo del déficit cero se ha acabado» y que la crisis ha afectado mucho a las cuentas públicas. El déficit el año pasado acabó alcanzando el 4,2 % -algo menos de lo estimado- y este año el consejo prevé que se mantenga en niveles similares, en el 4,1 %.
Para el próximo ejercicio, sin embargo, se reduciría significativamente -si como está previsto se acaban las ayudas estatales- para caer hasta el 1,5 %, otra vez por debajo del límite comunitario del 3,5 % para tiempos ordinarios.