Abanderado de Estados Unidos en Tokio-2020, el hijo de inmigrantes cubanos Eddy Álvarez busca convertirse en el sexto deportista en la historia capaz de combinar medallas en los Juegos Olímpicos de verano y de invierno.
Hoy, convertido en un jugador de béisbol de 31 años que se dio el gusto de pasar, aunque fuese poco tiempo, por las Grandes Ligas, integra la selección de Estados Unidos que intentará ganar el oro en el regreso de este deporte a la agenda olímpica después de haber estado excluido desde Pekín-2008. El torneo arrancará el miércoles.
La vida ha cambiado desde que se colgó una presea de plata en Sochi-2014 como patinador de velocidad con el equipo estadounidense en el relevo de 5,000 metros.
«A la gente siempre le suena raro cuando escucha que crecí en Miami, con herencia cubana, y terminé ganando una medalla de plata en patinaje de velocidad (…). Yo crecí en los años 90, utilizando patines en línea en South Beach para divertirme», contó este infielder de la organización e los Marlins de Miami en una nota publicada en la web de los Juegos Olímpicos. Sus primeros patines los recibió cuando era un niño de 5 años.
Exhibe orgulloso en su perfil de Twitter (@eddyalvarez90) una fotografía suya frente a los cinco aros olímpicos.
De 128 atletas que han estado presentes tanto en juegos de verano como de invierno, el club de medallistas en las dos estaciones es muy selecto, con solamente membresías de Eddie Eagan y Lauryn Williams (Estados Unidos), Jacob Tullin Thams (Noruega), Christa Luding-Rothenburger (Alemania) y Clara Hughes (Canadá).
«El Jet»
Cuando le presentaron en el primer campamento de entrenamientos como un patinador de velocidad de categoría olímpica, todos sus compañeros voltearon a verle.
«Pude contar mi historia y explicarles lo que significó para mí (estar en los Juegos Olímpicos) y cómo es algo que hay que saborear».
A los siete años, después de muchas horas de patinaje sobre ruedas en las calles de South Beach, cambió el cemento por el hielo y le llamaban, por su rapidez, Eddy, El Jet.
Empezó a ganar torneos y alcanzó su cénit como patinador en Sochi-2014, pero ese mismo año empezó su carrera como beisbolista profesional en las Ligas Menores en las granjas de los Medias Blancas de Chicago.
Fue escalando desde la categoría de novatos hasta AAA, firmado por Miami en 2019.
Un año después tuvo su pasantía en las Grandes Ligas con los Marlins, en una accidentada temporada por la pandemia de covid-19. Hizo 12 presentaciones en el ‘big show’, aunque sin mucha suerte, con promedio de .189.
Su bate sí se hizo notar en la MiLB, con average por encima de .300, lo que le valió ser considerado para la selección estadounidense que dirigida por Mike Scioscia se ganó una de las seis plazas disponibles en el béisbol de Tokio-2020. Su rendimiento fue óptimo en el clasificatorio de América.
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