Sophia es un robot con numerosos talentos — habla, canta e incluso crea arte. En marzo, causó una conmoción en el mundo del arte cuando una obra digital que ella creó como parte de una colaboración fue vendida en una subasta por 688.888 dólares en la forma de token no fungible (TNF).
La venta resaltó un creciente frenesí en el mercado de TNF, donde las personas pueden comprar los derechos de propiedad de contenido digital. Los TNF tienen cada uno un código digital único guardado en libros de blockchain que le permiten a cualquiera verificar la autenticidad y propiedad de objetos.
David Hanson, director general de Hanson Robotics y creador de Sophia, ha estado desarrollando robots en los últimos 25 años. Dice que los robots con aspecto realista pueden conectar con la gente y asistir en industrias como salud y educación.
Sophia es la creación más famosa de Hanson Robotics, con la capacidad de imitar expresiones faciales, sostener conversaciones y reconocer a personas. En el 2017, ella recibió la ciudadanía de Arabia Saudí, lo que le hizo el primer robot ciudadano en el mundo.
“Yo imaginé a Sophia como una obra de arte creativa, que podía generar arte”, dijo Hanson en una entrevista.
“Sophia es la culminación de muchas artes e ingeniería, y la idea de que ella pudiera genera arte era una forma de que ella pudiera relacionarse emocionalmente y visualmente con la gente”, dijo.
Sophia colaboró con el artista italiano Andrea Bonaceto, que dibujó retratos de Sophia. La robot entonces procesó su trabajo vía redes neurales y procedió a crear su propio arte digital.
La pieza digital que se vendió por 688.888 dólares se titula “Sophia Instantiation” y es un archivo de video de 12 segundos que muestra el retrato de Bonaceto transformándose en la pintura digital de Sophia. Está acompañada por la obra física creada por Sophia.