Venezuela.- Este jueves 25 de agosto, se cumplen 10 años de la tragedia ocurrida en la refinería de Amuay, ubicada en la intercomunal Alí Primera del municipio Los Taques, estado Falcón. Desastre que ocasionó según datos oficiales la muerte de unas 55 personas y 156 resultaron heridas.
El 25 de agosto de 2012 el horror se apoderó de la península de Paraguaná, cuando explotó su refinería emblema, la más importante de Venezuela y una de las más grandes del mundo.
Un incidente que aún permanece en la memoria colectiva paraguanera que, diez años después, parece imborrable, sobre todo para quienes sufrieron en carne propia las consecuencias de esa catástrofe, hoy identificados como: los sobrevivientes de la tragedia de Amuay.
Los hechos
Una fuga de gas ocasionó la devastadora explosión a la 1:07 de la madrugada, la onda expansiva mató a decenas de personas, derribó casas, locales comerciales y diferentes infraestructuras, además causó daños en 11 tanques de hidrocarburos.
El gobierno nacional concluyó en que todo fue producto de un sabotaje, siendo esto desmentido una y otra vez por expertos petroleros y la oposición venezolana, incluso en un extenso y explicativo informe realizado por el Centro de Orientación de Energía (Coener).
Un informe realizado en el 2010, por la FUTPV, advirtió al Gobierno sobre el grave peligro que corrían los trabajadores de la industria petrolera en el Complejo de Refinación de Paraguaná y también en otros centros de refinación del país como el Complejo José Antonio Anzoátegui en el oriente y la refinería El Palito; las señales de alerta se hicieron en junio de 2012, meses antes de la explosión.
“Hemos presentado informes sobre la situación petrolera, al ministerio del Trabajo, a la Futpv, a PDVSA (…) la falta de inversión en mantenimiento de gasoductos, refinerías, lanchas, taladros, esferas, entre otros, es una constante”, indicó Carlos Boada ex trabajador de la industria petrolera y miembro de la FUTPV.