Francia levantará su confinamiento el 15 de diciembre, pero lo remplazará por un toque de queda cotidiano a partir de las ocho, incluido en Nochevieja, para contener los contagios de covid-19, anunció este jueves el primer ministro Jean Castex.
Castex dijo que la situación había «mejorado considerablemente» desde que Francia instauró un segundo confinamiento el 30 de octubre y señaló que el número de nuevas infecciones había disminuido de casi 50.000 al día a finales de octubre a unas 10.000 actualmente.
Pero el descenso «se ha ralentizado en los últimos días», dijo. «Estamos en una especie de meseta», afirmó Castex y advirtió que si los franceses bajan la guardia podrían enfrentarse a un tercer encierro en los próximos meses.
El toque de queda que entrará en vigor el martes durará desde las ocho hasta las seis, con la excepción de la noche del 24 de diciembre, durante la cual los franceses podrán circular libremente y celebrar en familia.
No obstante, las autoridades piden restringir las reuniones a 6 personas y «limitar las interacciones» durante cinco días antes de verse con una persona mayor o vulnerable.
En cambio, el toque de queda se mantendrá para la Noche Vieja, que según Castex «concentra todos los ingredientes de un rebrote epidémico».
«Tendremos que respetar la regla del toque de queda, quedarse en casa el 31 de diciembre», indicó el primer ministro, que tomó como ejemplo el rebrote visto en Estados Unidos tras el Día de Acción de Gracias.
– Teatros, museos y cines cerrados –
Los museos, teatros y cines, que debían reabrir el 15 de diciembre, permanecerán cerrados al menos durante tres semanas más, pese a las protestas de los trabajadores de la cultura que denuncian consecuencias desastrosas.
El Ministro de Salud, Olivier Véran, admitió que Francia no alcanzará su objetivo de un máximo de 5.000 nuevos contagios por día para el martes, cuando termine el confinamiento.
El miércoles, el país registró más de 14.000 contagios en 24 horas, comparado con 12.000 una semana antes. «Todavía no hemos salido de la segunda ola» de la epidemia, dijo Véran.
El presidente, Emmanuel Macron, había condicionado inicialmente el levantamiento del confinamiento a un descenso a 5.000 de los casos diarios, pero revisó su postura para ofrecer a los franceses algo de alivio después de semanas de encierro.
Las restricciones se suavizaron en parte el 28 de noviembre, cuando se permitió la reapertura de los comercios considerados no esenciales, como tiendas de ropa, librerías y peluquerías.
Pero los bares y restaurantes siguen cerrados y los franceses todavía tienen que rellenar formularios de permiso para salir de sus casas.
– «Decisiones necesarias» –
El presidente, Emmanuel Macron, que participa en una cumbre en Bruselas, expresó su preocupación sobre «situaciones críticas» en «varios lugares de Europa».
«Estamos todos tomando las decisiones necesarias para proteger Navidad y las fiestas familiares, para evitar un rebrote de la epidemia», dijo.
En el ámbito político, una comisión de investigación del Senado señaló este jueves «errores de preparación, estrategia y comunicación» en la gestión gubernamental de la crisis del coronavirus.
En el centro de las críticas está el director general de Salud de Francia y número dos del ministerio de Salud, Jérôme Salomon, por su falta de anticipación en la compra de mascarillas que saltó a la luz tras una severa escasez de tapabocas en el país al inicio de la pandemia.
El total de muertes en Francia desde el comienzo de la pandemia asciende a más de 55.000.